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En 1971 llega el tercer elepé de Camarón y Paco: 'Son tus ojos 2 estrellas'.
Hay que decir que en este álbum Camarón se manifiesta como un valor de peso. Lo que en el disco anterior prometía aquí se va confirmando. Destaca no sólo por su particular manera de quejar la voz, sino que deja patente su singular personalidad cantaora. Su música suena repetidamente en las emisoras de radio y es solicitado para actuar en los festivales veraniegos andaluces, a donde acudirá primero con la guitarra de Paco de Lucía y después con la de Ramón de Algeciras.
En los créditos figuran como autores Antonio Sánchez y Paco de Lucía, por sus variaciones de guitarra. Igualmente presenta una variada gama de cantes, lo que demuestra la afición e inquietudes de José por aprender y ampliar sus conocimientos, sin complejos o prevención de ninguna clase. Todo lo bueno vale. Así nos deja la difícil petenera corta y larga, de supuesto mal fario para los gitanos; hace una malagueña de Chacón; una espléndida soleá apolá, «El espejo donde te miras» y otra de Alcalá; un heterodoxo polo que cruza con la caña pero del que saca un rico partido musical; en el fandango «Sin motivo ni razón» recupera el estilo de Gabriel Macandé; en el apartado de levante nos ofrece un fandango minero que, además, Paco de Lucía acompaña en el tono de minera que grabó Ramón Montoya y que por aquellas calendas pocos sabían utilizar; por seguiriyas recoge los aíres trianeros de Cagancho; por tangos vuelve al «lolailo» consiguiendo aunar comercialidad y calidad flamenca ; en las bulerías deja bien claro que no tiene rival.
En 1971 llega el tercer elepé de Camarón y Paco: 'Son tus ojos 2 estrellas'.
Hay que decir que en este álbum Camarón se manifiesta como un valor de peso. Lo que en el disco anterior prometía aquí se va confirmando. Destaca no sólo por su particular manera de quejar la voz, sino que deja patente su singular personalidad cantaora. Su música suena repetidamente en las emisoras de radio y es solicitado para actuar en los festivales veraniegos andaluces, a donde acudirá primero con la guitarra de Paco de Lucía y después con la de Ramón de Algeciras.
En los créditos figuran como autores Antonio Sánchez y Paco de Lucía, por sus variaciones de guitarra. Igualmente presenta una variada gama de cantes, lo que demuestra la afición e inquietudes de José por aprender y ampliar sus conocimientos, sin complejos o prevención de ninguna clase. Todo lo bueno vale. Así nos deja la difícil petenera corta y larga, de supuesto mal fario para los gitanos; hace una malagueña de Chacón; una espléndida soleá apolá, «El espejo donde te miras» y otra de Alcalá; un heterodoxo polo que cruza con la caña pero del que saca un rico partido musical; en el fandango «Sin motivo ni razón» recupera el estilo de Gabriel Macandé; en el apartado de levante nos ofrece un fandango minero que, además, Paco de Lucía acompaña en el tono de minera que grabó Ramón Montoya y que por aquellas calendas pocos sabían utilizar; por seguiriyas recoge los aíres trianeros de Cagancho; por tangos vuelve al «lolailo» consiguiendo aunar comercialidad y calidad flamenca ; en las bulerías deja bien claro que no tiene rival.